Los cambios siempre expresan progresos, nos guste o no.
Afortunadamente nada es para siempre. El progreso de entrenar es una sucesión
de cambios buscando un adaptación, esa adaptación al cambio produce una mejora,
CAMBIO=MEJORA.
Cuando hablamos de entrenamiento siempre nos referimos a
cargas de trabajo, intensidades, series, repeticiones…etc., todo pensado y
diseñado para mejorar nuestro físico, pero y las emociones, como se puede cambiar
lo que nos motiva, como se puede mejorar nuestra manera de pensar a la hora de
entrenar, y lo que es mas importante, a la hora de competir.
Las emociones son una parte fundamental del proceso de
entrenar, lo que nos motiva, lo que nos lleva a hacer el trabajo es mas importante
que el trabajo en si, porque por muchas series, repeticiones o cargas que
tengamos en nuestro plan, si no tenemos la motivación para hacerlo,
sencillamente, el movimiento no se produce.
La dificultad que plantea el plano emocional en el
entrenamiento es que es algo que nos negamos a cambiar. “yo soy como soy y nada me va a cambiar” es un razonamiento muy
extendido entre todos los que entrenamos, a un nivel u otro. Como entrenador
tengo la misión de trabajar también ese ámbito emocional, es lo que unos llaman
“coaching”, otros “testiculina” y otros simplemente dos dedos de frente.
Intentar influenciar en los aspectos sicológicos/emocionales es probablemente
el mayor de los retos a los que te puedes enfrentar, conseguir cambiar el
enfoque de alguien sin que se de cuenta, es algo que requiere de dos circunstancias,
experiencia y sabiduría o casualidad y suerte. En este caso la “casualidad” nos
a llevado a entrenar con mas gente, a escuchar otras versiones y a darnos
cuenta de que debemos ser mas listos y menos impulsivos. Darte cuenta de lo que
te dicen te lo dicen porque el que te lo dice ya ha pasado por donde esta tu es
signo de madurez, madurez como deportista y como persona, lo mismo que hizo que
un día te dieses cuenta que los “chicos malos” mueren jóvenes y que aunque con
un bonito cadáver, muerto estas muerto, y eso es una putada.
En este aspecto Israel a mejorado mas en un mes que en dos
años, mas atento, escuchando y entendiendo, creo que ya lo he comentado en
alguna otra entrada, empieza a madurar y me hace sentir orgulloso, ya no solo
no se pierde en las carreras, sino que además sabe dosificar, empezar despacio
y parar si nota algún posible problema, y todo gracias a enfocar y tener claro
que lo que quieres es importante, pero que también es importante como
conseguirlo.
Como consejo final, disfrutar de cada día de entrenamiento,
de cada pedalada o cada carrera es el siguiente paso, no conseguir correr mas o
mejor, sino hacerlo que cada uno de esos días sea especial y único, “entrena
desde el corazón, no solo con el”
Esta es mi versión, la de Israel en:
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