miércoles, 12 de marzo de 2014

Semana 22, back to basic.



   Esta semana la entrada es una respuesta a la entrada de Israel de la semana pasada, en ella Israel se planteaba cual es el objetivo de todo el entrenamiento, y cual la esencia. Durante estas 21 semanas, hemos hablado de tiempos, de cargas de trabajo y de otros conceptos mas o menos técnicos (la intención del diario de un camino tampoco es hacer disertaciones profundas sobre métodos de entrenamiento, que conste), pero el fondo, el para que igual se esta distorsionando.

   En los tiempos que correr, cualquier deportista, por muy amateur que sea dispone de unos medios acojonantes para entrena, medias de compresión, zapatillas pronadoras, supinadoras, neutras, tejidos súper absorbentes con bandas de compresión…etc. Caso aparte son los pulsometros, pulsaciones, distancias con GPS, medición de alturas, vamos solo faltan que digan en que kilómetro has escupido o donde te cruzaste con la tía buena. Y todo eso esta muy bien, mas datos, mas conocimiento de lo que esta pasando y mas posibilidades existen de mejorar. Si a toda esa ropa, ese magnifico reloj le sumamos un Ipad, iphone, mp3, mp4 o reproductor con música cañera, listo!!!, superatleta a la vista.

No viene al caso, pero mola.



   Lo superatletas esta muy bien, pero ¿recuerdas porque empezaste?, ¿Qué es lo que hizo que un buen día, te levantases del sofá, te pusieses unas zapas y salieras a correr?, ¿hace cuanto que no corres por correr?, ese es el fondo, amar lo que haces y disfrutar haciendo. Se que a mucha gente lo de “disfrutar” corriendo 63km les debe sonar a chino, un gran sin sentido propio de ególatras o pirados, y aquí es donde esta la clave: “superarse a si mismo cada día es la mayor de las grandezas del ser humano”. Si no fuese por ese espíritu, seguramente seguiríamos viviendo en cuevas y comiendo carne cruda.

   Los limites de cualquier deportista son difíciles de saber, cada día entreno a gente de distintas condiciones, y os aseguro que su limite siempre esta antes en su cabeza que en su cuerpo, mientras que Israel supere ese limite en cada entreno, el objetivo estará claro y realizado, la meta a donde ese limite le lleve, solo el tiempo lo sabe.

En cuanto al entrenamiento de la semana, me centrare en la sesión del miércoles, la que ha hecho que todo mi entrono se entere de que soy un “asesino”, poco mas o menos. La idea es descansar el martes, no hacer actividad física ninguna y dejar que el cuerpo se recupere. El miércoles es hora de despertar a la bestia, y que mejor que el crossfit para eso. Grandes grupos musculares trabajando juntos para conseguir un trabajo exigente, cortos periodos de trabajo con mínimos descansos te garantizan que todo el cuerpo (y la mente) se pongan en acción, claro que igual las consecuencias son un poco devastadoras al principio, pero eso pasa por pedir a tu entrenador que te machaque, ojala todo fuese así de fácil.




Una semana más, esta es la historia de un camino, la de Israel la tienes en su blog:





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