Esta es una pregunta que nos asalta siempre el día después
de no poder entrenar. El entrenador de Ironman Don Fink en su libro “Atletas de
hierro” (Editorial Paidrotipo) nos guía acerca de cómo actuar en el caso de
fallar en una de nuestras sesiones.
Lo primero que debes tener en cuenta es que, nunca debes
entrenar enfermo, tu rendimiento será pésimo y las posibilidades de lesión o de
agravar tu enfermedad son muy elevadas, lo que producirá una ausencia mayor.
Un día perdido. Si te pierdes un día de entrenamiento, sea
cual sea la razón, sáltatelo. A la larga, un día de entrenamiento por si solo
no va a significar gran cosa.
Dos días perdidos, sáltate esos dos días y sigue con el
programa previsto. El primer día realiza la mitad del entrenamiento y el
segundo completa la sesión.
De 4 a 6 días perdidos. Sáltate los días perdidos y continua
la programación. Los dos primeros días, completa un tercio del programa, los
dos siguientes completa dos tercios y al quinto día acaba completamente la sesión.
Si son más de siete días, es momento en el que quizás tengas
que replantearte tus objetivos.
Si bien estos consejos están pensados para gente que quiere
participar en un ironman, creo que pueden ser validos para casi todo el mundo
que realiza una planificación de su entrenamiento. Por ejemplo, si sigo una
rutina de ejercicios en sala de musculación típica, no sirve de nada no ir el
martes porque me quedo en casa viendo la champions, y el miércoles hacer
espalda y pierna, o me salto la espalda, o trabaja esos dos gropos de músculos
a gran intensidad hará que el jueves este para el araste.
Atletas de hierro, Don Fink, editorial Paidotripo |
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