Que los hombres y las mujeres son diferentes es algo
evidente, y en deporte y la actividad física esas diferencias existen también.
Ignorar esas diferencias puede llevarte a sufrir lesiones o contratiempos que
son fáciles de corregir, ¿Cómo?, sigue leyendo.
Vamos con las diferencias:
1- El corazón de una mujer es mas pequeño, por lo que cada
latido expulsa menos sangre, lo que hace que tus pulsaciones en reposo sean
mayores a las de un hombre igual de entrenado.
2- La cadera es más ancha lo que produce una colocación del
fémur y una alineación de la rodilla mas inestable, lo cual significa que las
mujeres tienen mayor facilidad para sufrir lesiones en caderas, rodillas y
tibias.
3 Por lo general, la zona lumbar presenta una mayor
curvatura, lo que hace que debas centrar tu trabajo de abdomen mas el la potenciación
de la musculatura profunda para mantener la estabilidad de la zona, que en el
trabajo tradicional de cruch para el recto abdominal.
4- Tus rodillas son más débiles debido a la curvatura que
produce una pelvis mas ancha, lo que hace que el ligamento cruzado anterior se
dañe con mas frecuencia.
5- Un busto de gran tamaño, y en especial las prótesis de
mama, va a producir una proyección de los hombros hacia delante, pudiendo
producir un incremento de la lordosis dorsal y un “cierre” de las costillas, lo
que producirá un menor trabajo del diafragma como músculo inspirador y por
tanto, una oxigenación deficiente.
Vamos con las soluciones:
Estas diferencias respecto a la anatomía del hombre no
tienen que entenderse como un impedimento para que las mujeres practiquen
cualquier tipo de actividad física, lo único que implica es que su
entrenamiento debe ser diferente en algunas cosas para evitar lesiones. Es
importante que las mujeres incluyan rutinas de fortalecimiento de rodillas y
caderas debido a su mayor propensión a lesionarse debido al tamaño de su
pelvis. Del mismo modo deben fortalecer los tobillos ya que las mujeres tienen
mayor movilidad articular, lo que las
hace mas propensas a los esguinces de tobillo.
Para la protección de su zona central es conveniente que
realicen ejercicios que impliquen tanto la musculatura profunda del abdomen
como el suelo pélvico. Una actividad a tener en cuenta puede ser el Pilates
como parte de su rutina de entrenamiento. Por ultimo, es importante señalar que
en el caso de un busto prominente., además de utilizar ropa interior adecuada
para la practica deportiva, es necesario el fortalecimiento de la musculatura
de la espalda con ejercicios sobre todo del estilo remo en polea al pecho.
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