Entrenamiento funcional, culturismo, fitness, todas (o casi
todas) las actividades empiezan por coger materiales, pesas, barras, tensores,
maquinas, todo necesita de una conexión física entre la carga y nosotros, lo
que denominamos GRIP. Pues bien, es curioso como todos damos gran importancia a
la ejecución de los ejercicios y poca o ninguna a como los empezamos realmente,
como sujetamos la carga,
El problema viene por el pulgar, ese dedo que según los científicos
nos diferencia del resto de las especies por la capacidad que nos otorga de
agarrar objetos y que es el mismo que hace que en la sala de entrenamiento
fallemos. Al sujetar los agarres cerrando el puño, ósea haciendo presión con el
pulgar, nuestra intención a la hora de aplicar fuerza va a ser apretar el puño
para sujetar con fuerza, porque ese es el cometido del pulgar. La consecuencia
es que hacemos mas fuerza para apretar el agarre que para negociar la carga, la
tensión en el antebrazo es brutal en comparación a la musculatura implicada en
el movimiento y la estructura articular del pulgar puede verse dañada por un
sobreesfuerzo o solicitud excesiva que además no es necesaria.
El agarre correcto debe partir de los restantes dedos que
tienen capacidad suficiente de agarre sin ayuda de su hermano mas “gordito”.
Solo implicaremos pulgares al negociar grandes carga por seguridad o bien cuando
trabajemos con kettelbell. Con la kettelbell el trabajo del grip es fundamental
debido a la translación de la carga durante el rango de movimiento del
ejercicio.
yo lo he probado, al principio cuesta, pero noto la diferencia
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