Se califica de normal todo
aquello que se encuentra en su medio natural. Lo que se toma
como norma o regla social, es decir, aquello que es regular
y ordinario para todos. Normal también es un término estadístico,
que hace referencia al promedio aceptado. Lo que tienen en común las tres
acepciones, es que se refieren a algo no anormal, raro o socialmente no
aceptado. La anormalidad es
una característica definida en forma “subjetiva” que se asigna
a aquellas personas que poseen condiciones raras o disfuncionales. Definir si
una persona es normal o anormal es un tema difícil en el campo de la psicología
de la anormalidad. Paranormal o fenómenos
paranormales (del gr. παρά, pará, «al lado, al margen» y el
adjetivo «normal») son términos usados para dar nombre a cierta clase de
experiencias que se encuentran al margen del campo de las experiencias normales
explicables científicamente. Los fenómenos paranormales no son asimilables a
otros fenómenos no completamente entendidos, como, por ejemplo, la energía
oscura.
La comunidad científica considera que no existe
evidencia que apoye el conjunto de creencias que se engloban dentro de la
etiqueta "paranormal", considerándolas pseudocientíficas.*
Ahora bien, ¿Cómo una acción o hecho se puede englobar en
estos tres adjetivos al mismo tiempo, dependiendo de quien observe el hecho en
si?. La acción a la que me refiero es correr un maratón y medio, y además
hacerlo por la montaña. Para todos aquellos que lo realizan, el hecho en si es
algo normal, entrenas, te preparas, y llegado el momento, corres, algo que se “encuentra
en su medio natural” . Para la mayoría de la gente, solo el plantearse
hacerlo entra dentro de lo anormal, ¿Cómo?, ¿Por qué? O ¿para que? son las
expresiones más normales, desde luego, cuanto menos es algo “que
poseen condiciones raras o disfuncionales”.
Sin embargo, para mi, no solo como entrenador, sino como
persona, me parece algo paranormal, es algo ”difícilmente explicable”, algo que
se escapa a lo racional o a todo lo que se puede entender como normal, y por tanto,
como todo aquello que no se puede explicar, me resulta mágico en cierto modo.
La mágica, tal y como la conocemos, tiene truco, y en este caso el truco es el
trabajo, la constancia y la paciencia, las cosas extraordinarias no se pueden
hacer en un día, ya que si fuese así, todo el mundo las haría, transformando lo
extraordinario en normal.
El entrenamiento de esta semana ha sido de los de
intensidad, muchas pulsaciones y pocos
descansos, produciendo adaptaciones al trabajo intenso. Tal es así, que
trabajando en intervalos de 45´´ al 90% de capacidad la respuesta cardiaca es
buena, no sintiendo fatiga, lo cual esta genial.
Esta es la parte “normal” de la semana, la
“anormal+paranormal” te la cuenta Israel en su blog:
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