Con este símil intento explicar el modo en el que
tradicionalmente se a pretendido enseñar a los usuarios de fitness en
comparación a como considero que debería mostrase cada uno de los ejercicios
que componen una rutina de entrenamiento.
Cuando un padre le enseña a montar en bicicleta a su hijo lo
primero que hace es montarle los típicos ruedines laterales y dejar que el niño
pedalee mientras el orgulloso padre mira desde el banco del parque. Aquí el
niño NO esta montando en bicicleta, como mucho lo que esta es pedaleando en
movimiento. De hecho muchos niños tienen que parar de pedalear y reorientar la
bicicleta para realizar un giro, con lo cual ni trabajan el equilibrio
necesario ni la capacidad de giro. Una vez que el sistema neuromotor del niño
asocia ese movimiento al concepto de pedalear, una tarde de domingo el padre se
siente animado y retira una de los ruedines de la bicicleta (generalmente el
que mejor le coge a mano). Ahora el niño tiene que reeducar todo su concepto de
pedalear sobre la bicicleta porque como nunca se vio obligado a mantener el
equilibrio no lo aprendió. Además no sabe girar pero seguramente observe que le
resulta mas fácil girar hacia el lado que no tiene ruedin El celebro del niño
tiene que borrar lo anterior para adaptarse a la nueva circunstancia,
aprendiendo a girar hacia donde no esta la rueda y mantener el equilibrio
venciendo su peso hacia donde si esta.
Por ultimo nuestro padre se decide a quitarnos la otra
rueda. E colapso esta garantizado, otra vez el cuerpo del niño debe reeducarse
( y van dos) la adaptación es difícil y al final en padre tiene que abandonar
el banco del parque , coger el sillín de la bicicleta y correr al lado del niño
hasta que este se siente seguro y puede pedalear por si solo sin ayuda externa.
Este modelo de “aprendizaje” 3 para 1 me sirve para intentar
explicar lo que sucede con los clientes nuevos en un centro de fitness. Para
hacerlo mas grafico utilizare el “press de pecho” como ejercicio tipo pero puede aplicarse a la práctica totalidad de
ejercicios. Lo primero es poner al cliente en una maquina de “press”. Como el
niño el cliente esta aislado de alteraciones de equilibrio o de la distintas fuerza de sus
brazos, lo único que debe hacer es empujar (pedalear) no teniendo ni siquiera
que considerar con que musculatura mueve el peso, solo lo mueve. Cuando su
celebro entiende que eso es un “press” el entrenador le pasa a una barra.
Aparece el desequilibrio y la diferencia de fuerzas entre mano dominante y no
dominante. Estamos en el punto de un solo ruedin. Adaptación reajustes y
sobretodo peligro de lesión porque seguramente el cliente quiera trabajar con
un peso aproximado al que negociaba en la etapa anterior y sencillamente no es
que no pueda moverlo, es que no sabe.
Del mismo modo que parece lo mas lógico que el padre debió
desde un principio guiar a su hijo en el aprendizaje, el entrenador debe guiar
a su cliente en el aprendizaje del ejercicio en una ejecución lo mas libre
posible, preocupándose únicamente de la calidad de ejecución del ejercicio,
dejando de lado la carga, ya que una vez que nuestro cliente asimila cual es la
implicación del pectoral mayor en el trabajo de press mantendrá esa impresión
de por vida y podrá usar cargas elevadas cuando lo desee desde el conocimiento
pleno del ejercicio. Sin embargo si “falseamos” esa implicación con
estabilizaciones y apoyos externos difícilmente conseguirá ese conocimiento del
mismo modo que nuestro niño no aprendió a montar en bicicleta hasta que no le
quitaron los ruedines.
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