martes, 18 de febrero de 2014

Semana 19, la teoría del trampolín.

   Esta semana es la que dedicamos a la recuperación activa del cliente, o en otras palabras, es el momento dentro de un ciclo programado de entrenamiento, donde bajamos la intensidad del entrenamiento, para que el cuerpo realice una adaptación al estrés al que ha sido sometido, y pueda así mejorar su rendimiento. Lo difícil es explicar como, después de cuatro semanas subiendo y subiendo la intensidad del ejercicio, esta donde bajamos dicha intensidad es fundamental para la mejora de cualquiera de las condiciones o cualidades a entrenar, y con Isra, lo de bajar el nivel parece no caber en su filosofía de vida, con lo cual se produce el efecto saltador de trampolín,
¿Que cual les ese efecto?, muy fácil…




   El efecto saltador de trampolín lo podría describir como aquel deportista (se puede llevar a cualquier ámbito del día a día) que se lanza a realizar un proyecto, en este caso lanzarse al agua de una piscina desde un trampolín, y que una vez iniciado el proyecto, en vez de dejar que todo fluya, prefiere luchar contra todo en la creencia que la lucha le llevara a buen fin, o a lo que vamos, al saltar, lo que debes hacer es dejarte llevar, tocar el fondo e impulsarte contra el suelo para subir con mas fuerza hacia arriba, en vez de hacer lo mas difícil (saltar) y cuando entras en contacto con el agua, intentar frenar el peso de tu cuerpo, girar en cuerpo y nadar en sentido contrario, y esto, es lo que puede llevar al saltador a dos situaciones:
A), incluso antes de entrar en el agua ya esta pensando en girar, conclusión, hostia contra el agua.
B) nada mas entrar intenta remontar hacia la superficie, conclusión, tarda más en hacerlo y además se cansa un huevo.

   En definitiva, cuando un ciclo de entrenamiento esta diseñado con cambios de intensidad, tan importante es subir la carga como disminuirla en su momento exacto, por una razón, el estimulo no puede ir siempre en aumento. Precisamente esto, el aumento sistemático de la carga es lo que hace que la gente se estanque en sus resultados, el cuerpo no puede asimilar un aumento sin fin del estimulo, debe adaptarse a el, y debe hacerlo de un modo consciente.

   En cuanto a la semana de entrenamiento, mejor no comentar nada. Isra estuvo toda la semana como un niño enfurruñado, demasiado cabreado con la idea de haber sentido molestias la semana anterior y haber suspendido un entrenamiento, como para darse  cuento que lo único que habíamos hecho es llegar al fondo de la piscina para coger impulso.



Esta es mi visión de la semana, la verdad como siempre la encuentras en:




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjame tu comentario, gracias.